Feliz día a todas mis compañeras.
Este 12 de Mayo es diferente, es especial pero agridulce, es de alegría pero de pena. En estos días, aquí en la Comunidad de Madrid ha habido muchos cambios. Nos alegra ver compañeras coger su plaza después de una larga espera, pero en muchos casos ha implicado despedidas y lágrimas.
Aprovecho hoy, para volver a plasmar mi corazón con palabras, que hace tiempo no lo hago.
Enfermería es la profesión más bonita, pero también es sacrificada y difícil. Me encanta mi trabajo y me siento muy afortunada de poder estar e influir en las vidas de las personas para cuidarlas; pero en esta profesión el trabajo es en equipo, imprescindible y de vital importancia con todo el personal que nos rodea, porque nos necesitamos y complementamos.
Sin embargo, hoy, en nuestro día, quiero dedicar estas palabras a mis compañeras que han formado equipo, que han sabido estar y a las cuales estoy muy agradecida.
Imaginas lo que significa trabajar en equipo, pero cuando lo vives, no entiendes el trabajo de otra manera.
Imaginas lo que es que cuiden del que cuida, pero sentirte cuidada por tus compañeros es uno de los mayores regalos.
Imaginas que sería genial que con una mirada fuera suficiente para entenderte, pero cuando llegas a trabajar y tus compañeras te conocen tanto que saben que algo te pasa, sientes que son refugio, te sientes afortunada.
Imaginas lo que es quedar a cenar y pasarlo bien, pero cuando en medio del frenesí, los timbres y la tristeza una cena con compañeros a las dos de la madrugada se convierte en tu momento de la noche, es un momento significativo.
Imaginas que es tomarse la vida con humor, pero tener compañeros que buscan hacerte sonreír, crean expectación con sus sustos o bromas… esas son anécdotas que cuentas a los tuyos.
Imaginas que es terrible estar separado de tu familia en las fiestas, y lo es, pero entonces, te espera tu equipo, tu familia sanitaria que brinda contigo y creas un vínculo difícil de explicar.
La enfermería es un trabajo de cuidar, estar, saber escuchar, compartir vida, amar, aliviar y acompañar; y mientras tú y todo el equipo hace eso sientes que tú también eres cuidada, que están para ti, que escuchan tu opinión, que tienen en cuenta tu carácter, que comparten vida, que te quieren como eres, que sus abrazos alivian las penas, los agobios y que te acompañan en la vida.
Por cada una de vosotras que sois un regalo de Dios para mí, por cada una con las que seguiré trabajando y con las que no. Todas habéis aportado, enseñado y estado.
GRACIAS, de corazón.
¡Feliz día compañeras!