El silencio es la ausencia de sonido...
En nuestro día a día es muy difícil estar rodeados de silencio. Incluso cuando vives solo puedes escuchar al vecino, los aviones, los coches en la carretera. Si vives en el campo puedes oír los pájaros cantar, el sonido de un mosquito en plena noche, el viento…
La música también está llena de silencios que dan sentido al sonido. Silencios que tienen su ritmo y su forma, que hacen una pausa en medio de la expresión de sentimientos.
Muchas veces, en el silencio, una mirada puede decirlo todo. Puede ser una respuesta que no esperabas. Un mensaje no contestado. Puede significar querer la paz en medio de una discusión.
Pero el silencio puede indignarnos cuando hay causas injustas y los responsables no rompen el silencio para solucionarlo.
En muchas ocasiones, no obstante, es nuestro silencio el culpable de que las cosas no cambien, que la verdad no salga a relucir…
En muchas ocasiones necesitamos silencio. Un silencio que, al poner en orden nuestras ideas, traiga paz al corazón. Un silencio que nos de la oportunidad de sentir, pensar, meditar y saber lo que queremos.
Durante esta época de pandemia, el silencio se ha hecho dueño de las calles desiertas, los comercios cerrados. Allí donde un día la gente paseaba y los niños jugaban, había silencio y vacío.
El silencio ha sido protagonista en las habitaciones de hospital. Allí donde antes los familiares cuidaban y abrazaban, no había nadie acompañando a los enfermos. En sus casas esperaban, hasta que el silencio fuera roto con una llamada.
En las casas de aquellos que han tenido que estar solos, donde antes había reuniones de familiares y amigos, risas y juegos, el silencio se había adueñado del hogar.
En nuestro propio silencio podemos oír nuestra respiración y, a veces, nuestros latidos. Pero cuando la muerte llega, el silencio en la otra persona es absoluto, indescriptible. Hemos sido testigos del silencio en tanatorios y en cementerios, donde ni siquiera hemos oído el llanto.
Pero ¿Qué hemos aprendido en el silencio y del silencio?
Creo que hemos aprendido a valorar la conjunción de ambas cosas. A veces parece que no sabemos estar en silencio. Al llegar a casa encendemos la tele o mientras hacemos cosas nos ponemos la radio
La importancia de los silencios es que nos hacen valorar el ruido, la importancia de oír o de poder comunicarnos. El privilegio de disfrutar de la voz de los que quieres, de tu programa favorito, de la canción que te recuerda a alguien.
Creo que muchas de las batallas las hemos ganado en silencio:
Al coger de la mano entre lágrimas, sin poder pronunciar palabra.
Al dejar en la puerta de tus seres queridos la compra desinfectada.
Al asomarte a las habitaciones de tus pacientes en medio del silencio de la noche para comprobar que todos están bien.
Al buscar soluciones en los despachos.
Al dar calma a un compañero estando a su lado en un momento crucial, uniendo tus esfuerzos a los suyos a pesar del dolor…
Aprendamos en la hermosura del silencio que nos hace valorar el sonido, las palabras y el cambio que este produce en nosotros.
Seamos alivio en medio de los silencios dolorosos.
Rompamos el silencio cuando sea necesario.
Hablar del silencio me lleva a una historia de silencios que tenían significados que cambiarían la historia.
El silencio ante un juicio injusto que llevo a un justo a la peor muerte del momento: La Cruz. Imagina un silencio de derrota. Un silencio lleno de desesperación y dolor al ver morir a alguien cercano. Un amigo fiel, un hijo ejemplar, un gran maestro y a quien nadie podía acusar de ningún daño. Pero muere, por una acusación falsa, por una deuda ajena, y es enterrado.
Y ahora imagina visitar la tumba y que este vacía. Imagina que esa persona amada es la que rompe el silencio, y hay un reencuentro ¡Está vivo! ¿Qué bonito verdad? Esperanza, alegría, sorpresa, incredulidad…
Jesús murió para restaurar el silencio (separación) que produce el pecado y la muerte en el ser humano. Nos da esperanza para vivir y perspectiva ante muerte. Dios nos quiere escuchar. Él está a distancia de una sola oración.
Y tu ¿has encontrado significado y propósito en los silencios de esta situación?
Me encanta, cómo escribes!