¿Te sientes frustrado en medio de situaciones que no puedes cambiar?
¿Se han visto truncados tus planes en estos últimos meses?
¿No ves los resultados que esperabas?
Durante estos meses desde marzo, hemos sentido, vivido y compartido momentos de frustración, impotencia, desilusión…
Frustración por no poder poner solución a un problema tan grande, y a sus consecuencias que van a sumergir nuestro país y a nuestra gente en una crisis.
Frustración personal por no poder conseguir los objetivos propuestos, por no poder llevar a cabo el trabajo que te gustaría, o ver cómo tu vida se desmorona…
Frustración al ver las cifras subir, de contagios y muertes, y cuando todo parece que está terminando, vuelve una segunda oleada.
Frustración por la incapacidad de los gobernantes de mirar por el bien de su país, que en vez de mirar por el bien de su país miran por su propio beneficio. y no a su propio ombligo.
Frustración al pensar que la sinceridad brilla por su ausencia, al igual que la colaboración para sacar adelante el país.
Frustración al ver familias rotas, familias que no han podido despedirse de sus seres queridos, familias en crisis económica… Y lo que nos queda por ver...
Frustración por ver gente caer en depresión y desesperanza por la pérdida del trabajo, por la incertidumbre del futuro…
La frustración es, por desgracia nuestra compañera en muchas ocasiones, y muchas veces nos arrastra a la más profunda oscuridad.
Pero reflexionando en ella pensaba en que nos frustramos porque tenemos planes, porque miramos al futuro. Nos frustran las situaciones porque vemos sufrir a otros y nos gustaría frenarlo, porque nos conmueve y enfada ver las injusticias y no tener el poder para cambiar las cosas.
Por eso, te animo a que la frustración te haga reflexionar en aquello que si puedes cambiar; hay cosas que por desgracia no están en nuestras manos, pero que quizá podemos poner nuestro granito de arena y ayudar a que las cosas cambien, mejoren; Pero también buscar respuestas en el lugar correcto y saber pedir ayuda.
Que la frustración sea el inicio del cambio, y no el motivo del desánimo.
Que la frustración te ayude a mirar adelante, buscar soluciones, y que la alegría sea un motor para la frustración: “Gran remedio es el corazón alegre”*
En aquellas cosas que no llegas, que no entiende y que no puedes cambiar, descansa en Dios. Él quiere estar a tu lado y darte la fuerza: “Venid a mí todos vosotros que estáis cansados y agobiados, y yo os daré descanso”**
*La Biblia (NVI)Proverbios 17:22
**La Biblia (NVI) Mateo 11:28
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