En ocasiones los pequeños logros nos parecen insignificantes, no les damos la suficiente importancia. A veces queremos correr y olvidamos lo lejos que hemos llegado con los pequeños pasos, son esos pasos los que nos han llevado al lugar donde ahora nos encontramos.
No debemos negar que, por el camino de los pequeños logros, hay decepciones, dolores que nos rompen, quebraderos de cabeza y desilusiones que cuesta asumir.
Pero en el camino, hemos forjado un carácter de esfuerzo, la valentía se volvió de acero, la paciencia esencial y la perseverancia una parte primordial de nuestro carácter.
Hace dos meses, el 18 de Febrero de 2021, Perseverance aterrizaba en Marte. Ayer, día 19 de Abril, el dron Ingenuity voló por primera vez en Marte. Fueron 40 segundos de vuelo a 3metros de la superficie.
A muchas personas les parecerá poca cosa, un hecho poco destacado, pero aquellos que se esforzaron por pensar, calcular y diseñar; aquellos que pusieron su ilusión, su creatividad y su corazón, ven su sueño cumplido y que su esfuerzo: ¡Ha merecido la pena! Porque ese pequeño paso, solo es el comienzo de un gran logro.
En muchas ocasiones en la vida queremos ver cambios radicales, realizar un logro gigante, algo que cambie el mundo, algo que trascienda. Pero olvidamos que los pequeños logros, las pequeñas cosas, los actos que a veces nadie ve, son los que marcan la diferencia, son los que nos hacen caminar hacia delante y poco a poco hacer: grandes avances.
Como enfermera veo en muchas ocasiones que el que persevera en los pequeños pasos es el que más lejos llega, el que a pesar de las dificultades se esfuerza en el día a día a pesar del dolor y desaliento.
Me doy cuenta de que a veces queremos esperar el momento correcto para deslumbrar, pero basta con brillar cada día en lo poco: en un saludo que anime, en un saber estar en medio del dolor, en tomar la mano en silencio, o abrazar entre lágrimas, saber escuchar…
Y es en los pequeños pasos que vemos grandes milagros en medio de la imposibilidad, es la grandeza del esfuerzo de cada día, de la constancia en el apoyo a los que amas…
Pon tu corazón en las cosas pequeñas. Quizá nadie más lo vea, pero tu podrás darte cuenta de los cambios que ocurren en tu vida, en tu corazón (Dios lo verá, por supuesto).
Quizá para los demás el cuidar de tu pequeño y verlo mantenerse de pie después de meses de esfuerzo, pueda parecerle insignificante, pero tu corazón rebosa alegría y orgullo.
Quizá para los demás sea algo normal, pero cuando después de meses de probar con métodos de todo tipo y ver que tu hijo con dificultades de aprendizaje comienza a dar pequeños progresos, es cómo pasos de gigante y rebosa emoción todo aquel que ve tu esfuerzo y dedicación.
Quizá para los demás… pero ¿acaso no ha merecido la pena? ¿quién mide el pequeño paso o el gran avance?
Dios, el Dios grande y poderoso, es el Dios de los pequeños pasos, porque sabe que después vienen los grandes logros, porque el camino es difícil, hay que ir con paso firme, mirando hacia adelante, a la meta, pero siendo constantes en los detalles. Porque quizá los pequeños logros sean más grandes de lo que parecen y a lo que nosotros le damos poco valor, quizá tiene más de lo que parece.
Esto me hace recordar a Jesús. Muchos esperaban pompa, grandeza, poder y despliegue celestial, pero cuando Él vino a la tierra, no le esperaba un palacio, una corte o comodidades y lujos por doquier. Un establo acogió al Hijo de Dios, y unos sencillos pastores fueron los primeros que vinieron a adorar.
Y ¿qué me dices de los primeros 30 años de su vida? ¿Sabías que el gran Hijo de Dios vivió en este mundo una vida “normal”, padeciendo, trabajando y dando la talla en las pequeñas cosas?
Jesús, el de los pequeños logros que supusieron grandes avances. ¿Con doce hombres imperfectos cambiaría el mundo? ¿Por qué no mandar legiones de ángeles que hicieran un trabajo más eficiente?
Y ¿qué me dices de su muerte? ¿qué logro es morir como un malhechor en una cruz?
Ese paso, para algunos insignificante porque creyeron que todo había terminado, supuso EL MAYOR AVANCE PARA LA HUMANIDAD: El gran logro de la vida eterna, del regalo del perdón, de la paz con Dios…
¿Y si dar un pequeño paso que te acerque a Dios fuera el avance más grande de tu vida?
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