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TOMANDO IMPULSO

Queridos lectores, gracias por estar ahí, por leer mi corazón y mis pensamientos a través de estas líneas.

He de confesar que lo que voy a escribir es un sentimiento/reflexión que tengo en mi corazón desde principio de año, cuando la ola comenzaba a crecer.

Sin embargo, en medio de una mezcla de sentimientos, de cansancio y a veces de indignación, debo confesar que sigo aprendiendo. Por un lado, a que debo tomar fuerza para comenzar el trabajo, llenarme de promesas, de esperanza y de fe; por otro lado, después del trabajo analizo y pienso en las vidas que he tenido la oportunidad de cuidar, amar y dedicar tiempo. Ambas cosas me hacen tomar impulso.


Las olas a veces nos pillan con la guardia baja, el mar embravecido y el cansancio de mantenernos en pie después de muchas olas seguidas. Por ello creo que debemos tomar impulso.


Tomamos impulso para surfear una ola más. Una que ha salpicado a los que nos sostienen en los momentos duros, nuestros compañer@s de batallas del día a día. Con ello nos ha tocado arrimar el hombro e intentar salvar una vez más el barco en el que estamos, haciendo malabares entre nuestro trabajo, familia y vida personal.


Tomamos impulso cuando recibimos ánimo de alguien en la familia, ese vídeo que te anima en un momento de cansancio, esa frase inesperada o una llamada llena de mucho cariño.


Tomamos impulso al llegar a casa y poder compartir nuestras luchas, sentirnos comprendidos y cuidar de las personas que nos aman en el día a día.


Tomamos impulso cuando trabajamos con personas especiales que te ayudan a superar los momentos difíciles de este “deja vu” que te gustaría que no estuviera ocurriendo, en medio del desafío están a tu lado con apoyo incondicional, y te reconfortan con abrazos que te ayudan a seguir.


El agotamiento es tan real, demasiado patente. Entonces, debes pararte y recordar todas las olas surfeadas; por un momento te vendrán muchas cosas de las que no voy a escribir, pero que están ahí: indignación, mal trato después del esfuerzo, pesadillas, marcas imborrables, rostros, dolor, injusticias, falta de memoria por parte de la población, de los políticos e inclusive de los superiores; pero cuando recuerdes que fuiste capaz de sostenerte en pie en medio de fuertes olas, sostener a otros para que pudieran surfear contigo y ayudar a aquellos que la ola se estaba llevando por delante, entonces, sabrás que la lucha siempre vale la pena. No digo que sea fácil, o que no nos gustaría que las cosas fueran distintas, sino que aprendemos en esta situación que nos ha tocado vivir y decidimos luchar.


En medio de la lucha de hoy, te animo a recordar las victorias de ayer, toma impulso al recordar a matrimonios que hoy pueden ir de la mano, porque tú estuviste cuidando de ellos, esos padres que ahora abrazan a sus hijos cada día, el abuelo que cuenta las historias a sus nietos en las que de manera anónima estás tú.


Si, tú que le hablaste con cariño en medio de sus miedos, cuando parecía que los litros máximos de oxígeno no eran suficientes.


Tú, que acompañaste de la mano a tantos pacientes a UCI y les miraste con cariño diciéndoles un: ¡sigue luchando!

Tú, que aguantaste tantas horas de EPI por no dejar a aquel paciente solo…

Tú, que le cambiaste infinidad de pañales con toda paciencia y sin ningún mal gesto.

Tú, que supiste escuchar y darle la mano mientras decía las últimas palabras.


Cada día, toma un tiempo para tomar impulso. Cuando las fuerzas fallen, recuerda a las personas que siguen ayudándote.


Todo esto me hace recordar a Jesús. Sé que quizá pienses que me repito en esta idea constantemente, pero la verdad es que su amor me da impulso. Cuando las olas intentan hundirme, me aferro con fuerza a Él. Cuando la ola de la desesperanza, del dolor, de la muerte intenta ahogarme, recuerdo que Jesús sufrió la “ola” por mí. Él estuvo dispuesto a dejar toda su comodidad para que hoy puedas tomar impulso en lo que Él hizo por ti. El vivió, murió y resucitó para que tú puedas disfrutar de vida eterna, llena de sentido, de perspectiva y de esperanza, ¿acaso hay mayor amor?


Te animo a tomar impulso, a seguir aprendiendo en este camino de pandemia que nos ha tocado vivir. ¡Ánimo, surfearemos esta ola también!

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